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Nacida en Río de Janeiro y radicada en Londres, donde dirige el Carla Juaçaba Estudio, ella es una de las arquitectas brasileñas más conocidas internacionalmente. Graduada en la Universidad Santa Úrsula, en Río de Janeiro, en 2013, Carla Juaçaba fue la ganadora de la primera edición del Premio “arcVision – Mujeres y Arquitectura”, realizado en Italia, que premia a arquitectas que presentan excelencia, tecnología e involucrarse socioculturalmente en sus proyectos.
Luego de la facultad, por los años 2000, trabajó en varios proyectos residenciales, donde se destacó por la arquitectura de mismo modo moderna y orgánica: Casa Atelier (2001), Casa Río Bonito (2005), Casa Varanda (2007) y Casa Mínima (2008).
En 2012, realizó el proyecto “Pavilhão Humanidade” para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Sostenibilidad Río+20, ubicado en el Fuerte de Copacabana y concebido junto a la escenógrafa y directora teatral brasilera Bia Lessa.
Más recientemente, ganó el AR Emerging Architecture Awards 2018, premio que reconoce a los jóvenes profesionales de la arquitectura. Luego de ese certamen, fue invitada por el Vaticano para participar de la 16ª Bienal de Arquitectura de Venecia, realizada el primer semestre de 2018, donde presentó el proyecto de una de las 10 capillas del Pabellón de Santa Fe, junto a otros proyectos de nombres icónicos de la Arquitectura como es Eduardo Souto de Moura y Norman Foster.
Carla Juaçaba es presencia regular en el ámbito académico y docente, además de estudios de investigación y conferencias en la Graduate School of Design (GSD) de Harvard; en la Columbia University GSAPP; y en la Academia di Architettura Mendrisio (Suiza). Participó también de un Taller en la Universidad IUAV de Venecia en 2014 y fue jurado en la Bienal Iberoamericana de la BIAU en Madrid en 2012 y 2019.

Natural de Oporto, en Portugal, Eduardo Souto de Moura, antes mismo de graduarse arquitecto por la Escuela Superior de Bellas-Artes de Oporto, en 1980, ya colaboraba con importantes nombres de la arquitectura portuguesa como Noé Dinis, Álvaro Siza Vieira y Fernandes de Sá.
En 1981, recién-graduado, venció el concurso para el proyecto de la Casa de las Artes, centro de la Secretaría de Cultura de Oporto, qué reveló su talento internacionalmente. Aún en su ciudad natal, entre muchos hechos, se destacó con el proyecto de arquitectura para el metro de Oporto.
Otras obras relevantes de su autoría son el Mercado Municipal de Braga, el Estadio Municipal de Braga, la Casa de la Historia Paula Riego, en Cascaes, y la pabellón de 2005 para la Serpentine Gallery, en los Jardines de Kesington, en Inglaterra.
Como maestro invitado, enseñó en Paris-Belleville, Harvard, Dublín, Zúrich, Lausana y Mantua.
Es uno de los arquitectos más premiados de Portugal teniendo conquistado el Pritzker, en 2011, el Premio Wolf, en 2013, el Premio Piranesi, en 2017 y, en 2018, el León de Oro en la Bienal de Venecia.

Radicada hace 50 años en Francia, la carioca Elizabeth Portzamparc dejó Brasil en 1969, abandonando el curso de Sociología de la PUC-RJ para iniciar sus estudios en la Universidad Sorbonne, en Paris. En la capital parisiense, concluyó graduaciones y posgrados en economía, sociología, antropología y urbanismo, en instituciones de nombre como la École des Hautes Études en Sciences Sociales y el Institut d'Études Economiques pour le Développement Social, de la Université Paris.
La formación humanista es una marca evidente en su trabajo. Elizabeth agrega arte y sociología a la arquitectura y urbanismo. En su agencia reúne un equipo multidisciplinar que, además de arquitectos, urbanistas y escenógrafos, cuenta con sociólogos y científicos políticos. Entre sus obras más conocidas, está el Musée de la Romanité de Nîmes (Francia). En el urbanismo, diseñó el escenario de 145 estaciones y el mobiliario urbano del Tramway de Bordeaux (Francia). Sus proyectos más recientes son la estación de metro Le Bourget, que hace parte del proyecto de la Gran Paris e integrará el aeropuerto internacional; la Gran Biblioteca de Documentación del Campus Condorcet, en Aubervilliers, en Francia; y el Taichung Intelligence Operation Center, un rascacielos con centro cultural digital, oficinas y tiendas, en Taiwan.
Elizabeth fue vencedora del Future Heritage Award, en 2016.

Nacido en una aldea con cerca de 3 mil habitantes en el pequeño país africado de Burkina Faso, en 1965, Diébédo Francis Keré se graduó arquitecto por la Universidad Técnica de Berlín y se hizo reconocido internacionalmente por su trabajo visionario y con intensa actuación social. Todavía cuando estudiante, creó la asociación Schulbausteine für Gando y consiguió fondos para erguirse la primera escuela en su aldea, qué le rindió el premio internacional Aga Khan en 2004. El año siguiente, fundó en Berlín, la oficina Kéré Architeture.
Sus proyectos en África -escuelas, centros culturales, villas- lo consagraron como un agente de transformación social. Kéré preconiza el uso de métodos constructivos locales en concepciones sustentables y también defiende la participación activa de la comunidad.
Autor de proyectos para países con culturas muy diferentes, como Mali, Yemen, China, Estados Unidos, Francis Kéré colecciona una serie de premios y títulos. En 2009, recibió el Global de Arquitectura Sostenible; en 2010, el BSI Swiss Architectural Award; y en 2014, el Schelling Architecture Award. Participó también, en 2017, de la prestigiada Serpentine Gallery, en Londres.
Entre sus proyectos, se destacan la Asamblea Nacional de Burkina Faso, el Pabellón de Pequín, el Puerto de Zhoushan, en China, el Parque Nacional de Mali, el Teatro Satélite Volksbuhne, en el Aeropuerto de Tempelhof, en Berlín, entre otras.

En su cumpleaños número 90, el 25 de octubre de 2018, la prensa brasileña lo señaló como “El mayor arquitecto vivo de Brasil”. El y Oscar Niemeyer fueron los únicos brasileños en ganar el Premio “Pritzker”. Además, obtuvo el “León de Oro” de la Bienal de Venecia, la “Medalla de Oro Real” del Royal Institute of British Architects (Riba), el “Premio Imperial” de Japón, el Premio “Mies van der Rohe. Y es el Presidente del Comité de Honor de UIA2020RIO.
Paulo Mendes da Rocha se graduó en 1954 de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, de San Pablo, y en 1961 fue llamado por su principal maestro, João Batista Vilanova Artigas, para ser profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de San Pablo (FAUUSP). Mendes da Rocha fue uno de los exponentes de la llamada “Escuela Paulista”, liderada por Vilanova Artigas, movimiento que se caracterizó por el uso extensivo de hormigón armado y de una arquitectura “cruda, limpia, clara y socialmente responsable”, con estructuras racionales y grandes espacios abiertos.
A lo largo de su carrera, construyó marcos arquitectónicos de la ciudad de San Pablo, como el Edificio Guaimbê, el Museo Brasileño de la Escultura, la Casa do Butantã, la reforma del predio de la Pinacoteca y Sesc de la 24 de mayo, además de proyectos en otras ciudades, como el estadio Serra Dourada, en Goiânia, el Museo y Teatro “Cais das Artes”, en Vitória (Espírito Santo) y el Museo Nacional de los Coches, en Lisboa, Portugal.
En 1969, bajo el régimen de dictadura militar vigente en Brasil, le prohibieron asistir a dar clases en la FAUUSP, a la cual solamente regresó con amnistía política al finalizar el régimen, en 1980. Mendes da Rocha dictó clases en la FAUUSP hasta posicionarse como profesor titular en 1998.
En su indicación al recibir el premio “Pritzker”, el jurado citó su "profunda comprensión de la poesía del espacio" y una "arquitectura de profundo compromiso social". En la evaluación de los jurados, donde se incluían profesionales mundialmente reconocidos, como Frank Gehery y Rolf Fehlbaum, Mendes da Rocha produjo trabajos reveladores de una permanente búsqueda de armonía entre la arquitectura y la naturaleza, uniendo fuerzas congruentes.
Su obra de arquitecto también lo condujo hacia una intensa actividad como conferencista. Fue invitado a diversos eventos en el país y en el exterior, entre ellos el Seminario Internacional del Colegio de Arquitectos de Málaga, España (1990); “Less is more Exhibition”, realizada por el Colegio de Arquitectos de Cataluña (1996); “Anybody Conference”, en Buenos Aires (1996); la XI Bienal de Arquitectura de Chile (1997); los “Cursos da Arrábida”, de la Expo 98, en Lisboa; además de participar de ciclos en aulas y conferencias en las universidades de Minho, Porto y Coimbra, en Portugal (1999) y en la Escuela de Arquitectura de La Coruña, en Santiago de Compostela, y en la Sede del Colegio de Arquitectos de Galicia, España (1999).

Socio-fundador del Despacho de Arquitectura, Solano Benitez nació en la capital paraguaya y se graduó por la Universidad Nacional de Asunción, en 1986. Desde entonces, ha invertido en materiales simple y bajo costo -como ladrillos y hasta destrozos resultantes de catástrofes- como base para sus obras. Su preocupación inicial era proyectar moradas de calidad con bajo costo. Con atención a las cuestiones sociales y a la sustentabilidad, se consagró entre los más renombrados arquitectos latinoamericanos contemporáneos.
Entre sus obras se destaca el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, destinado al auxilio en el tratamiento de personas con movilidad limitada. Fue erguido en mampostería de ladrillos, con bóvedas en el techo hechas de materiales reciclados.
En 2001, Benitez fue finalista del 2° Premio Mies van der Rohe para Latinoamérica, con el centro de ocio en Yiú, en Paraguay. Luego, en 2008, venció el BSI Swiss Architectural Award. En 2012, fue elegido miembro honorario del American Institute of Architects. Y, en la Bienal de Venecia de 2016 conquistó el Golden Lion, al llamar la atención de los jurados por la ingeniosidad estructural de su proyecto -un gran arco hecho de ladrillos y barro.

El trabajo de la mejicana Tatiana Bilbao tiene um foco sumamente específico: crear espacios humanizados, en contrapunto al capitalismo global, a partir del entendimiento de la Arquitectura en sus aspectos multidisciplinarios y multiculturales, con el objetivo de abrir nichos para el desarrollo económico y cultural.
Tatiana posee una rica cartera de proyectos de espacios públicos que siguen esa línea de pensamiento, como el Jardín Botánico de Culiacán; el Plano Maestro y la Capilla de la Gratitud del Camino del Peregrino de Jalisco; el prototipo de una casa sostenible al costo de tan solo 160 mil pesos (equivalente a unos US$ 8,5 mil); el nuevo edificio de la Universidad de Monterrey (México); y el nuevo Acuario del Parque Central de Mazatlán (en construcción).
Egresada de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, Tatiana fue apuntada, en 2010, como “Emerging Voice” por la Architecture Leage de Nueva York. Acumula varios premios por su trabajo: Kunstpreis Berlin (2012); Global Award for Sustainable Architecture Prize de la Locus Foundation (2014); Impact Award Honorees do ArchitzierA + Awards (2017) y el más reciente Marcus Prize Award (2019), entre otros.
Sus proyectos integran las colecciones de Arquitectura del Centro Georges Pompidou, en París, del Carnegie Museum of Art, del Art Institute de Chicago y del Frac Center en Orleans Recently. El Museo de Arte Moderno de San Francisco (SF MOMA) también adquirió piezas de su trabajo para su colección.
Tatiana es también profesora invitada de varias universidades, tales como la Andrés Bello (Chile), Dusseldorf (Alemania), Architectural Association School of Architecture (Londres) y las norteamericanas Rice, Columbia, Yale y Harvard.